miércoles, 28 de abril de 2021
domingo, 25 de abril de 2021
la importancia de la realización de los Huertos Escolares, está motivada por varias razones:
La
realización del citado proyecto está motivada por varias razones:
La
primera razón, en pleno siglo XXI, nos encontramos en una sociedad
eminentemente urbana (alcántara et al: 2019 y Caballero et al: 2019), desligándose completamente de los entornos
rurales. Esta realidad ha provocado en las últimas décadas el abandono del
mundo rural y todo lo que conlleva para la pérdida acuciante de la
biodiversidad. Además de la citada pérdida de biodiversidad, nos encontramos
con un cambio de producción que se ha ido desligando de los productos naturales
por productos cada vez más industrializados en su procesamiento, provocando en
la mayoría de las ocasiones el aumento de la obesidad en las generaciones más
jóvenes.
Mediante
este contexto tan poco aragüeño, es importante trabajar desde los entornos
educativos con los y las más jóvenes para mostrar la importancia del Mundo
rural siendo una de las mejores maneras de hacerlo la introducción en su
microcontexto escolar de los Huertos Escolares Ecológicos, los cuales, que promueven una conciencia individual y colectiva
de la importancia del respeto de la naturaleza.
La
Segunda razón, es que nos encontramos con el compromiso de las instituciones
del Gobierno de Canarias, con la creación de una Red canaria de
Huertos Escolares Ecológicos[1],
para el respeto del medio ambiente, lo que ha significado la aprobación para la participación de
los diferentes centros educativos para
la creación de los citados Huertos,
Una
red de Huertos Ecológicos, que si lo extrapolamos al conjunto de la geografía
español, representa en torno a “4000 centros educativos con proyectos de huerto
escolar [2]por
todo el territorio escolar, con un alcance potencial de 1.800.000 niños y niñas
“. (Torres y Jiménez, 2020, p.5).
A
pesar de la preocupación por la creación de los Huertos Escolares Ecológicos,
la cual parece que no es una preocupación actual, (Barrón y Muñoz: 2015), sino
que empezaron a introducirse a finales tratar a finales del Siglo XIX y fue
desarrollado en el pasado siglo XX. Los precursores de esta nueva forma de
analizar la naturaleza, fueron a través de los planteamientos de Dewey, por
medio de sus ideas pragmáticas basados en los principios de la psicología de
corte funcional, consideraba a los huertos un lugar idóneo para que el alumnado
actuaran en un contexto mucho más real y no de laboratorio, pero además del
citado Dewey, nos muestra la importancia de otro autor muy relevante para la
pedagogía educativa, como fue Rousseau, con el desarrollo de su obra, El
Emilio, nos muestra unos modelos educativos para la educación del niño, convirtiendo
a la naturaleza un lugar idóneo para obtener un conocimiento activo por medio
de la experimentación.
Además
de estos autores, empieza a surgir movimientos, como la Escuela Nueva si
hacemos referencia a Europa, pero si hablamos de la realidad de EEUU, estos
movimientos fueron conocidos como Educación nueva. En ambos movimientos se muestra
una educación que promueve a los alumnos y alumnas, como sujetos cada vez más
activos en su proceso de enseñanza-aprendizaje, en detrimento a otros modelos
más centrados en la pasividad del alumnado frente a la figura de los maestros y
maestras, que poseían todo el conocimiento.
Si
hacemos referencia a la realidad de España, nos encontramos como a finales del
siglo XIX y desarrollada en el siglo XX, a través de las instituciones de Libre
de Enseñanza y la visión que aportó el Padre Manjón, con su red de escuelas del
Ave María, cuyo modelo educativo sigue vigente en la actualidad, promovió una
Educación en contacto con la naturaleza.
A
pesar de estas incipientes iniciativas, en los siglos anteriores (XIX y
principios del XX), es en las últimas décadas del Siglo XX, cuando empieza a
desarrollarse un verdadero compromiso internacional con el desarrollo de
diferentes cumbres como, La Rio de 1992, en el desarrollo de sus 27 principios,
el desarrollo de la Carta a la Tierra (2003), en sus IV principios, compuestos
por 16 artículos y mucho más recientes, por un lado el Decenio de las Naciones Unidas de la
Educación para el Desarrollo sostenible (2005-2014) y por el otro lado, retos
planteados por los Objetivos Desarrollo Sostenible ( 2020-2030) recogidos en el
Plan de Acción de la Agenda 2030.
En
las diferentes cumbres y propuestas para el desarrollo sostenible, la Educación
juega un papel básico para la conservación del Medio ambiente. En el caso de
nacional, el compromiso se ha visto reflejado en las diferentes layes
educativas, que han ido creando en la democracia, que sirvieron para la
sustitución de la Ley General de la Educación de los años 70, del pasado siglo
XX, han planteado la necesidad y la preocupación cada vez mayor por la
conservación del medio ambiente, la sostenibilidad, del desarrollo sostenible.
La
Tercera razón para la realización de este proyecto, es la de trabajar en el
aire libre, siempre respetando las medidas higiénicas y sanitarias, provocadas
por la pandemia de La Covid.19. La forma de trabajar al aire libre, nos sirve
para experimentar, manipular, conocer esa realidad teórica a través de una
realidad práctica y cercana.
Teniendo
en cuenta estas razones, la introducción de los Huertos Ecológicos Escolares,
generará entre otras cuestiones, Comunidades Educativas, más creativas,
cercanas, colaborativas y preocupadas por el entorno donde se desarrollan
(Gozalbo y Aragón: 2016).
La
forma de llevar a cabo estas enseñanzas, es a través del desarrollo del Marco
legal, que hace referencia al Segundo Ciclo de Educación Infantil. La forma de
trabajar la legislación, va ser desde la Legislación a nivel estatal y
posteriormente se mostrará en la Legislación a nivel autonómica, en este caso la
de la Comunidad Autónoma de Canarias.
La
primera ley, que se va a mostrar es la Ley Orgánica 3/2020, 29 diciembre, por
lo que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, 3 de mayo, de Educación. Esta nueva legislación
poco modifica la realidad de la Educación Infantil, cuyos objetivos se verán en
el artículo 13[3]. Estos
objetivos, se resumen en 8 puntos que va desde la letra A hasta la H, los
cuales son importantes para el desarrollo psicosocial de los alumnos y las
alumnas en la etapa infantil de 0-6 años de edad.