miércoles, 8 de diciembre de 2010

EL BIG STICK . EL PLAN MARSHALL

Siguiendo con los ejemplos de la política exterior estadunidense , nos gustaria mostrar " la política del buen garrote" o el " big stick" en su parte más agradable.

La parte agradable se puede mostrar en el llamado Plan Marshall.

 
 
El Plan Marshall (denominado oficialmente European Recovery Program o ERP) fue el principal plan de los Estados Unidos para la reconstrucción de los países europeos después de la Segunda Guerra Mundial, que a la vez estaba destinado a contener un posible avance del comunismo. La iniciativa recibió el nombre del Secretario de Estado de los Estados Unidos, George Marshall, y fue diseñada principalmente por el Departamento de Estado, en especial por William L. Clayton y George F. Kennan.


Destinatarios

 
La misión oficial de la ACE era colaborar a la mejora de la economía europea en la producción industrial, en el apoyo a las monedas europeas y en facilitar el comercio internacional (especialmente con los Estados Unidos, que tenía un gran interés en la existencia de una Europa lo suficiente recuperada como para que tuviera capacidad para importar productos estadounidenses). Hay que tener en cuenta que las naciones europeas habían agotado también las reservas de divisas durante la guerra, por lo que no estaban en condiciones de importar nada de otros países. Otro objetivo oficioso de la ACE (al igual que del Plan Marshall) era la contención de la influencia soviética en Europa, especialmente en países con partidos comunistas fuertes como, por ejemplo, Checoslovaquia, Francia e Italia.
El dinero del Plan Marshall fue transferido a los gobiernos europeos, si bien la administración se ejercía de forma conjunta entre el gobierno local y la ACE. Había un comisario de la ACE en cada capital europea, generalmente un prominente empresario estadounidense, que aconsejaría al gobierno en el proceso. Se fomentó el gasto conjunto entre varios países y se crearon diferentes comisiones de funcionarios, empresarios y sindicatos para examinar la economía y determinar dónde hacía más falta la ayuda.
El Plan Marshall sirvió en gran parte para comprar productos procedentes de los Estados Unidos. Al haber prácticamente agotado sus reservas monetarias durante la guerra, la ayuda del Plan Marshall representaba una de sus pocas vías para importar bienes del exterior. En un primer momento los europeos adquirieron productos de primera necesidad, como víveres y combustible, pero lentamente empezaron también a importar bienes necesarios para la reconstrucción, que era la finalidad principal del Plan. Posteriormente, bajo la presión del Congreso y con el inicio de la Guerra de Corea, una parte importante de la ayuda se destinó al reforzamiento de los ejércitos. De los 13.000 millones de dólares aportados por los Estados Unidos a mediados de 1951, 3.400 se gastaron en materias primas y productos semimanufacturados, 3.200 en comida, lienzo y fertilizantes, 1.900 en maquinaria, vehículos y equipamiento y 1.600 en combustible.

También se establecieron unos fondos contravalor que utilizaron el Plan Marshall para establecer fondos en las monedas europeas. Según las normas de la ACE, un 60% de estos fondos debían ser invertidos en la industria. Esto se aplicó especialmente en Alemania, donde los fondos se destinaron principalmente a préstamos para empresas implicadas en la reconstrucción, ayudando enormemente a la reindustrialización del país. En los años 1949-50, por ejemplo, un 40% de las inversiones en la industria del carbón provenían de los fondos contravalor. Las compañías tenían la obligación de devolver los préstamos, y el dinero se podía entonces prestar a otros grupos empresariales. El proceso todavía continúa hoy en día. El Fondo Especial, supervisado entonces por el ministro de economía alemán, valía 10.000 millones de marcos alemanes en 1971. En 1997 valía 23.000 millones de marcos. Mediante este sistema de préstamo-devolución-préstamo, en 1995 el Fondo había hecho préstamos blandos a ciudadanos alemanes por un valor de 140.000 millones de marcos. El 40% sobrante se utilizó para saldar la deuda, estabilizar la moneda o invertir en proyectos no industriales. Francia fue quien más se benefició de los fondos contravalor, especialmente para reducir el déficit presupuestario. Sin embargo, en Francia y en la mayoría de los otros países, el fondo contravalor fue absorbido dentro de los ingresos generales del gobierno, y no fue reciclado como Alemania.
Otra iniciativa de la ACE bastante más barata, pero no por ello poco efectiva, fue el Programa de Asistencia Técnica. El programa reunía grupos de ingenieros e industriales europeos y los llevaba a los Estados Unidos a visitar minas, fábricas y fundiciones para que pudieran copiar los adelantos tecnológicos en Europa. Al mismo tiempo, unos cuantos centenares de consejeros técnicos estadounidenses fueron enviados a Europa.
consecuencias



De 1948 a 1952, Europa vivió el periodo de máximo crecimiento económico de su historia. La producción industrial se incrementó un 35%, y la agrícola sobrepasó fuertemente los niveles de antes de la guerra. La pobreza y el hambre de los primeros años de posguerra desaparecieron y Europa Occidental tuvo delante de sí dos décadas de crecimiento sin precedentes, que comportaron un aumento espectacular del nivel de vida. Existe un importante debate entre los historiadores sobre hasta qué punto puede atribuirse dicho crecimiento al Plan Marshall. La mayoría rechazan la idea de que el Plan, por sí solo, resucitase milagrosamente a Europa, ya que existen evidencias de que la recuperación económica ya había dado algunos pasos antes. Muchos creen que el Plan Marshall sirvió para acelerar esta recuperación, pero que no la inició.
Por otra parte, hay quien piensa que los efectos políticos del Plan Marshall podrían ser casi tan importantes como los económicos. El Plan facilitó que las naciones europeas flexibilizaran las medidas de austeridad y el racionamiento, reduciendo el descontento y aportando estabilidad política. La influencia comunista en Europa Occidental se redujo considerablemente, y a lo largo de la región los partidos comunistas fueron gradualmente perdiendo popularidad en los años siguientes al Plan Marshall. Las relaciones comerciales entre las dos costas atlánticas favorecieron la creación de la OTAN, que incluso sobreviviría durante la Guerra Fría. Además, la no participación de Europa del Este fue uno de los primeros síntomas claros de que el continente ya estaba dividido en dos áreas de influencia enfrentadas.
El Plan Marshall también contribuyó en cierta medida a la integración europea. Los europeos, al igual que los estadounidenses, creían que una unificación del continente era casi imprescindible para asegurar la paz y la prosperidad de Europa. El Plan fue una herramienta interesante para establecer una primera guía de cómo llevar a término este proceso, pero en cierto modo falló, ya que la organización que impulsó, la OECE, no pasó nunca de ser un simple agente de cooperación económica. Sin embargo, fue un antecedente de la llamada Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) la que verdaderamente fundó las bases de lo que un día sería la Unión Europea (aunque excluía al Reino Unido,). Con todo, la OECE sirvió de modelo y campo de pruebas para las estructuras y la burocracia que más tarde se utilizaría en la Comunidad Económica Europea. El Plan, en cierto modo ligado a los Acuerdos de Bretton Woods, también instauró el libre comercio entre los países de la región.
Pese a que algunos historiadores modernos sostienen que los elogios al Plan Marshall son exagerados, en general se tiene una visión positiva y se ha considerado que un proyecto similar podría ayudar a otras áreas en el mundo. Tras la caída del comunismo hubo varias propuestas para crear un "Plan Marshall para Europa del Este" que ayudase a revitalizar la región. Otros han propuesto un Plan Marshall para África o incluso el vicepresidente de los Estados Unidos, Al Gore, llegó a sugerir la creación de un "Global Marshall Plan" (Plan Marshall Mundial)
El Plan Marshall se conviritió en una metáfora para hacer referencia a cualquier programa gubernamental a gran escala diseñado para solventar un problema social específico. A menudo se utiliza desde sectores neoliberales para hacer llamamientos a gastos federales en los posibles fallos del sector privado.
En cuanto a la recuperación económica alemana, se debió en parte a la ayuda económica que aportó el Plan Marshall, pero también se considera que uno de los factores fundamentales fue ajeno al Plan, y consistió en la reforma monetaria realizada en 1948 y que reemplazó el Reichsmark por el marco alemán como moneda de curso legal, y que sirvió para detener la inflación desorbitada. Este cambio de moneda, que sirvió para fortalecer la economía alemana, había sido prohibido expresamente durante los dos años en los que estuvo en vigor la directiva de ocupación JCS 1067. Esa política económica se enmarcó dentro del conjunto de políticas implementadas por el canciller alemán Ludwig Erhard en su programa económico de recuperación. Llevó a cabo una política liberal, basada en la eliminación de la planificación centralizada y en la restauración de la economía de mercado en Europa, huyendo de la planificación extrema que había imperado durante la época nacionalsocialista. El Plan Marshall fue, por tanto, uno más de los distintos factores que impulsaron la recuperación alemana. En cualquier caso, en Alemania todavía sigue vivo el mito del Plan Marshall. Según la obra de Susan Stern titulada Marshall Plan 1947–1997 A German View, muchos alemanes todavía creen que Alemania fue la exclusiva beneficiaria de las ayudas del plan, y que consistía en un regalo sin contraprestación de grandes sumas de dinero, siendo el único responsable de la recuperación económica alemana en la década de los años 50.

Referencias :

VV.AA.( 2001) “ Historia de la Integración Europea”. Ariel. Madrid.
TIANA FERRER, A. y SANZ FERNÁNDEZ , F. ( coords) ( 2003) . Génesis y situación de la Educación Social en Europa. Madrid: UNED.
LUCENA, M. (2001). “ Historia de Iberoamérica III”. Cátreda. Madrid.
JENKINS, P. ( 2003). “ BREVE HISTORIA DE EEUU”. Alianza. Madrid.

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